Calahorra

La Ciudad de Calahorra, la Calagurris Iulia para los romanos, se situa al sureste de Logroño, en la comarca de La Rioja Baja, en la confluencia de los ríos Cidacos y Ebro. Calahorra es una de las ciudades más antiguas de España. Ya se detecta presencia humana en el peleolítico y asentamientos estables en la edad de hierro. Calahorra también fue un asentamiento ibero, tuvo presencia cartaginesa y recibió influencias comerciales de griegos y fenicios. Pero la cultura que comenzó a marcar el aspecto de Calahorra fue la romana. Las tropas romanas la conquistaron allá por el año 187 a.c. y la bautizaron como Calaburris Ibérica. Tras el paso de los romanos, Calahorra también disfrutó del influjo de otras ricas culturas, como la árabe y, finalmente, la cristiana.

Entre los monumentos que destacan en Calahorra se podría destacar la Catedral, a orillas del río Cidacos, en la parte baja de Calahorra. La actual Catedral de Calahorra se construyó en 1485 sobre un antiguo templo del siglo XII, aunque la fachada principal fue reformada en el siglo XVIII. La Catedral de Calahorra pertenece en su mayor parte al estilo gótico y en su interior destacan el Cristo de la Pelota, la sillería del coro, de estilo renacentista, el retablo plateresco de la Capilla de la Visitación, la pila bautismal y el claustro.

A pocos metros de la catedral se encuentra el Palacio Episcopal de Calahorra, centro de la diócesis de Calahorra-la Calzada-Logroño, un edificio del siglo XVIII. Adentrándonos en el centro histórico de Calahorra veremos la Iglesia de Santiago, una excelente exposición del arte neoclásico, en cuyo interior destaca el retablo mayor. En el Museo Municipal de Calahorra se exponen más de once mil piezas de arqueología, entre las que cabe destacar la Dama Calagurritana.

Una muestra de lo que influyó la estancia de los romanos en Calahorra lo podemos comprobar en las Cloacas Romanas, construídas en el siglo I d.c. y declaradas como bien de interés cultural.